¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



martes, 27 de febrero de 2018

Las Marzas, la decapitación de gallos, y mi miedo a ponerme delante de una vaquilla

Confieso que me decepcioné a mi mismo cuando con 15 años  no me  atreví a correr delante de una vaquilla en las fiestas de un pueblo de Aragón. Pero eso os lo cuento después.


Antes hago dos preguntas:

¿Las Violaciones de mujeres en manada  o las peleas alrededor de los campos de fútbol son síntomas de las identidades masculinas tóxicas y/o de los estilos de masculinidad que se concretan en las pertenencias a los grupos? ¿Tiene algo que ver con la respuesta de cada hombre, con el posicionamiento individual y colectivo de cada padre, amigo, hijo, esposo, compañero de trabajo, amante?

La Igualdad de género, o Igualdad efectiva y real entre mujeres y hombres es un modelo UTÓPICO al que aspiramos o decimos aspirar como sociedad. Estamos A MITAD DE CAMINO, en ese continuum, o proceso ¿Tiene algo que ver el estilo de masculinidad que cada cual expresamos HOY con la interpretación que hacemos del nivel de equidad de género que existe HOY, el lugar en el que creemos estar en dicho proceso?

Por supuesto. Es palmaria la respuesta, claro que SI. La Revolución feminista, en todas sus formas y expresiones, tácitas o explícitas, tarde o temprano nos obligarán a reposicionarnos como hombres, y modificarán aunque no queramos, nuestra conducta y cosmovisión. Quizá nos uniremos muchos y seguro que otros tantos se resistirán en diferentes grados. Pero hay que aprender a verlo. Sin el esquema mental apropiado no se puede entender.


Hay categorías de análisis que son normalmente invisibles ( o invisibilizadas adrede)  y que en este blog son principales recurrentemente:

1- La perspectiva de género
2- La construcción de las masculinidades y las feminidades. Esta forma de mirar la realidad no suele aparecer en los análisis y es mi responsabilidad el hacerlo.

Dicho de otro modo, hay que ser conscientes de cómo sacamos conclusiones políticas, sociales, o culturales (género), amparados falsamente, o haciendo trampas, con la excusa de la diferencia sexual, o de las diversidades biológicas (sexo).

Con la etnia, la edad, la clase, la orientación sexual… también hacemos eso, también hacemos trampas. Nos apoyamos en la pluralidad, la diversidad, la riqueza de matices y rasgos  que nos son ajenos para legitimar la discriminación, para justificar políticas de abuso, para inventarnos estructuras opresoras hacia las facciones que previamente decidimos que están en la parte inferior de la jerarquía, en cada una de las variables. Una mujer pobre, lesbiana, indígena, niña, se lleva "todas las papeletas".

1-LAS MARZAS


Es muy inspirador el trabajo del antropólogo Antonio Montesino, sobre las Marzas: rituales de identidad y sociabilidad masculinas.

 En él explica la SOCIEDAD DE MOZOS, típica de sociedades rurales donde se reúnen y preparan para “cantar las Marzas”.  Son Rituales de música y folk-Lore previos a la primavera y vinculados a un momento concreto del ciclo anual de la agricultura.  Dicha sociedad es un tipo de GRUPO DE EDAD Y GÉNERO, es decir, es un grupo informal de afiliación únicamente masculina, y está formada por los mozos de la comunidad que han cumplido 15-16 años (hasta los 25-30 según los casos) y pasan de las cuadrillas mixtas de chavales y chavalas a las unisexuales de los varones solteros.

Tiene cometidos sociales. Sirve para cimentar solidaridades entre ellos sobre los roles sociales, la ayuda en las tareas del campo,etc . Se retroalimentan posteriormente en “la taberna”, “el baile y búsqueda de pareja” y las “fiestas de la comarca”. Constituyen cuadrillas y comparsas. Expresan RITUALES DE ACOGIDA, DE INICIACIÓN a la masculinidad madura,  SON LOS RITOS DE PASO A LA EDAD ADULTA. Los mozos-solteros están en terreno de nadie, excluidos del poder, el matrimonio, y los bienes. (Todo entre comillas). Con su propia pedagogía  social y cultural, los mozos llegan al destino final, que es la aceptación como hombres con los valores adecuados, son admitidos en la comunidad.

Lo que parece evidente es que estas “fratrías masculinas” son un elemento principal colectivo en la construcción de la masculinidad, “entre iguales”. A mí me parece tan obvio que me cuesta entender por qué no se pone el foco aquí. Son rituales bonitos, interesantes. Otro día hablaremos más de la evolución de la fiesta, la incorporación de las mujeres, etc

Hablando con actuales presidentes de sociedades Marceras, se quejan de que la afición marcera en los niños ya se había conseguido en las últimas décadas, pero que no se continuaba en los jóvenes.

¡Hoy en día los mozos están en otras cosas!

¿No será otro síntoma de la crisis de la masculinidad que observamos hoy en día, y que tenemos reflexionado a medias? En otra época la tradición cumplía un cometido equilibrado, coherente, un reparto de tareas y roles asumido por todos los agentes, y hoy no hemos sabido aún adaptarlo a los nuevos tiempos con las demandas actuales, a otra “división sexual del trabajo”.

Y NO PODEMOS HACERLO SIN algo que repito en este blog hasta la saciedad, SIN  INCORPORAR PERSPECTIVA DE GÉNERO Y MASCULINIDADES COMO PRINCIPAL CATEGORÍA DE ANÁLISIS.

Comentábamos en la entrada de febrero del 2017 sobre el trabajo de Gunter Wagner acerca de los Bantúes de Kavirondo de Kenia  (Hermandades masculinas, Bantúes y machismos de andar por casa)” respecto al grupo de edad de dichos  guerreros. Hace unas pocas décadas realizaban batallas entre tribus cercanas, con sangre real y sus rituales correspondientes. Servía para la identidad masculina de los guerreros, y para afianzar el estatus social en la comunidad. Actualmente, quizá por la influencia de las misiones religiosas occidentales, o por la influencia de las Naciones Unidas en los Estados Nación Africanos, se están sustituyendo estas batallas reales con sangre  por “partidos de fútbol”.

¿Se sigue así la tradición, actualizada a los tiempos, o se traiciona? ¿Qué es exactamente lo que queremos conservar cuando conservamos una tradición?

2-LA DECAPITACIÓN DE GALLOS A MORDISCOS

Nos acercamos a diversos rituales de la primavera y el verano. Cada año son maltratados unos 60.000 animales en fiestas populares en España.

¿Por qué no desagregamos por sexos los sujetos de estos rituales? ¿Por qué no aplicamos perspectiva de género y enfoque de masculinidades?


En la web de la ANPBA (Asociación Nacional para el Bienestar Animal) aparece el logro colectivo de la “prohibición de la cuelga y decapitación de gallos vivos” en diversos municipios de Extremadura. (Sospecho que hay muchas mujeres en dicha asociación). Son ritos de iniciación a la masculinidad tradicional que consiste en colgar gallos vivos por las patas y matarlos a palos, o  arrancárles la cabeza a mordiscos o a tirones.

El sufrimiento animal es tan palmario que asociaciones protectoras de animales HOY NO LO PUEDEN TENER MUY DIFICIL PARA ERRADICAR estas conductas. Atrás quedó también la fiesta de la “cabra de Manganeses de la Polvorosa en Zamora, o la “pava de Cazalilla” en Jaén.
 
Pero quedan otras muchas como las corridas de cabras y carneros en Ceclavín que las llevan a la discoteca y las emborrachan con cubalibres, o los toros de Coria, el maltrato al burro de Pero Alto, el toro de la Vega, toro de San Juan, toros ensogados y enmaronados, toros embolados, los espantes de Puentesauco, los encierros por el campo, la suelta de patos de Sagunto, la carrera de burros de Areta, carruseles de ponis, etc, etc, etc

Hay miles de ejemplos donde se hacen alardes de la virilidad mediante la violencia hacia los animales.

En todas las fotos se ven a los mozos. No olvidemos que el gallo, el macho cabrío, el burro, o el toro son símbolos totémicos atávicos de los valores asociados  a  la fuerza, la sexualidad y la fertilidad masculina tradicionales.

Pido por favor aquí y ahora que no nos entretengamos en los debates sobre cada fiesta en particular, y mucho menos en la llamada “fiesta nacional” de las corridas de toros, ni siquiera en el maltrato animal per se,  sino en la perspectiva de género y los estilos de masculinidad.

Que cada rito sirva para cuestionarnos la identidad masculina, el estilo de masculinidad.

DICHO ESTILO ES EL QUE TRANSVERSALMENTE PONEMOS EN PRÁCTICA EN TODAS LAS CONDUCTAS, PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS COTIDIANOS.

Por eso es tan importante el desagregar por sexos todo. Por un lado para visibilizar dónde NO HAY AUN MUJERES y por qué, y también DÓNDE SÓLO SIGUE HABIENDO HOMBRES y por qué, y qué estilos expresan. Cuando hay alguna mujer que participa en estos actos tenemos también que hacernos muchas preguntas. Es muy importante la educación y la infancia.

La sociedad cambia. El que haya más mujeres Alcaldesas y Concejalas en multitud de pueblos hace que resulte más fácil  plantearnos qué tipo de sociedad queremos hoy, y se vote democráticamente hoy algo que hace cien años sería impensable. El empoderamiento y la capacidad de agencia de las mujeres en general y en particular, se expresa también en dejar de ser meras observadoras pasivas en los rituales y festejos.

La igualdad de género como continuum y la construcción de nuevas masculinidades y feminidades, o la re-actualización de las otras tradicionales viejas exigen un diálogo o debate  sincero, poniendo el foco en estas categorías que faltan.

3- SENTÍ MIEDO EN PONERME DELANTE DE UNA VAQUILLA

He hablado mucho en este blog de mi infancia y juventud. Recuerdo que defraudé a mis "amigos iguales" y lo que es peor,  me decepcioné a mi mismo como mozo aspirante a ser hombre valiente y guerrero.


Era un niño blando, miedoso, sensible y criado entre mujeres, que también le tenía miedo a “los matones de clase”. Cuando tuve  15 años, perdí otra oportunidad (una de tantas) de demostrarle a un "grupo de mozos", que tenía la valentía y el coraje que se esperaba de mí.

No me  atreví a correr delante de una vaquilla en las fiestas de un pueblo de Aragón.

Lo vi desde la barrera, con las chicas (como siempre). Estaba triste y me sentía defraudado conmigo mismo, decepcionado, avergonzado. Hoy lo recuerdo claramente así.

No quiero mezclarlo todo sino ayudar a la reflexión. No quiero "sacar de quicio", sino "cambiar de puerta, ampliarla, o cambiarla de sitio".

Al parecer, el debate actual sobre el descabezo del gallo en Albalá, del que hemos hablado antes se reduce en sustituir el gallo vivo por otro “muerto” o incluso de plástico 

¡¡¡ESTO ES TREMENDAMENTE INTERESANTE!!!

Es una demostración de los valores que la pedagogía sutil del patriarcado pone en marcha para transmitir una serie de valores (los de siempre) de una manera más sibilina, “adaptándose” a los tiempos a regañadientes,  con resistencias no explícitas. Así se cumple lo “políticamente correcto” pero sin cuestionar lo principal, sin cuestionar los estilos de masculinidad.

HOY ES NECESARIO CUESTIONARNOS QUÉ TIPO DE HOMBRE QUIERO SER Y POR QUÉ.

¿Para qué necesitamos entrenar performances arrancando cabezas de gallos de plástico?

El mismísimo antropólogo Pitt-Rivers respecto al toro de Coria dijo:
  
 “Los novios del pueblo tenían que dar prueba de su valor, es decir, de su virilidad, colocando una banderilla bordada por la novia, en la piel del toro”.

Se recoge lo que se siembra. Tenemos que ampliar la mirada y cuestionar nuestra masculinidad, ponerlo en el centro del discurso y proponer alternativas adaptadas. 



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