¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



lunes, 26 de mayo de 2014

Me quedo con la Secuoya y otros versos






Llevo tus deseos

bajo el brazo

en una carpeta azul,

aprendidos y ordenados,


por si acaso…




ME QUEDO CON LA SECUOYA

Si fuera árbol sería una secuoya.
Si fuera  animal  un galápago.
La envidia me da alergia y
¡del dinero corrupto paso!

De todo el calendario, Marzo
¡porque sí!
Y en las estanterías
me fijo en las colonias,
los detergentes, y la comida de los gatos.
¿Te importa?

Si fuera militar
me pido ser soldado
sin graduación, casi raso.

Si fuera tus ojos, buscaría tus manos.
Si fuera tu padre te abrazaría.
¡Sabes muy bien que es así!

Si fuera la playa,
esa de siempre que nunca es la misma,
mezclaría mis recuerdos y la miles de conchas
que dices que no sirven para nada.
Tus cicatrices, y los granos de arena
del caldero,
la pala
y el rastrillo
que presento como un niño
cual ofrenda entre mis manos.

Es solo arena de playa.
 Y si me bañara en tus recuerdos,
jugando con las olas
completamente desnudo,
bucearía en aquel
que a pesar de los años
siguiera saliendo guapo.

Ay, si fuera, si fuera…
Pero ya no lo soy.
¿Queda claro?

Hoy me apetecía rimar
y no sé si lo logro.
¡A la mierda, ni lo intento!
Ya no es necesario,
vamos viendo paso a paso
y si lo que lees no te gusta
me lo dices  y lo cambio.

Ay, si fuera, si fuera, …
Pero ya no lo soy.
¿Queda claro?
 Casi nada de todo lo que piensas  soy.
Y puestos a elegir,
me quedo con las colonias, los recuerdos,
los soldados sin armas vestidos de raso.
Con Marzo y todo el calendario,
los galápagos y hasta la comida de los  gatos.
Me quedo con todo, ¡que lo sepas!
Con mi colección de conchas 
y el recuerdo de tus manos.

Si fuera un árbol sería  secuoya
y tal vez lo sea, ignoro si ya te lo he dicho.
Una secuoya que seguirá  creciendo.
¿Te importa?
¿Queda claro?






Cuando las caricias enseñan,

las cicatrices aprenden.





EL OTRO DIA EN EL PARQUE

Yo no puedo despertar
si no sé que estoy dormido.
Me sobran tus reproches
y mi ruido.
Para poder cambiar
le tengo que buscar una razón,
rastrear en mi amor y tu motivo.

Para ti es fácil,
¿no lo ves?
Te dan la razón quienes luego
te someten,
te distraen,
te aislan sin saberlo.
Y conmigo te resarces
diciendo que soy machista,
que no me implico
que no te cuido.
Que tú me das tu amor
a cambio de mis prejuicios

Ya no puedo despertar
si no sé que estoy dormido.
Dices que tú sueñas
pero que yo duermo.

¿Cuándo pararás
a escucharme una sola vez?
¿Cuándo vas a permitir
que pueda soñar contigo?

Mira te explico:
el otro día en el parque
jugando con los columpios,
tu hijo y yo perdimos
la chaqueta de la abuela,
aquella de los bordados
que usábamos los domingos.
¿Te acuerdas?

Yo no lo sé pero intuyo
que lo que más te ocupó
no fue encontrarla,
ni las risas
o los mimos.
Y ese ¡ya verás cuando se entere mamá!
de cómplices como niños.
¡Pues NO!

Durante quince minutos
fuimos exploradores,
policías sabuesos
buscando aquella chaqueta
 de los bordados de la abuela.
Y el abrazo
que nos dimos
al verla bajo aquel banco,
tu hijo
mirándome con sus ojos
de niño de siete años,
me dijo: ¡papá he tenido una idea!
 Me pido para celebrarlo
que nos compremos dos helados.

Yo no puedo despertar
si no sé que estoy dormido.
Dices que tú sueñas
pero que yo duermo
y sin embargo sueño que despiertas.
¿Cuándo me vas a permitir
que pueda soñar contigo,
y así dormirnos juntos en el parque
como niños?






AMOR EXPONENCIAL

Ofrece un beso
y a quien te lo devuelva le das dos.

Planifica un abrazo
y a quien te lo devuelva le das tres.

Muestra una sonrisa
y a quien te la devuelva le regalas diez.

Y ahora escuchame bien:

reparte  los dos besos,
tres abrazos y las diez sonrisas
y ya verás…

6 comentarios:

  1. Precioso. Te sigo. Te leo. Desde la sombra de mi techo. Tu entusiasmo me inspira. Sigue sembrando. Los frutos ya los cosechas; los cuartos, los céntimos, los talentos...van a buscarte, seguro. Sigue. Avanza. Crece. Sonríe. Cree.
    Un abrazo.

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  2. ¡Qué bonito lo que me dices! Muchas gracias, Pilar. Pues te haré caso. Vamos un poco por el mismo camino, tú lo sabes, y esforzándonos con compañía, habrá cosechas suficientes, para mi y también para ti. Estoy seguro. Un beso.

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  3. Luis Enrique Antolín27 de mayo de 2014, 17:20

    El niño en la playa con su rastrillo y su cubo...Que siga arando la arena y nuestra piel con ella,que siga conmoviéndonos,moviéndonos a reflexión y ternura con sus montoncitos de palabras,frágiles como la arena,pero acaso perennes y resistentes como la secuoya,acaso montoncitos que no han de echar abajo las olas
    Un abrazo,niño-secuoya,ni despiertes del todo ni dejes que te coma la lengua ningún gato..

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  4. ... y además estoy seguro que así será. Y sospecho que nos seguiremos haciendo compañía. Gracias, amigo.

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  5. Me encanta la poesía.¡Enhorabuena Manuel!En mi modesta e inculta opinión me parece una poesía sencilla y sobre todo, que sale del alma...La poesía "Me quedo con la secuoya" me ha gustado mucho es íntima y si me apuras muy personal....Besos poeta.

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  6. No hace falta que te apure para responderte, o para decirte que aciertas. Alma sencilla, intima y personal. Besos.

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