¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



jueves, 3 de octubre de 2013

Te llenaría de regalos si me dieras tu semen


Cuando Adrián se despertó esa mañana tuvo un fuerte ataque epiléptico. Enseguida se dio cuenta que  había vuelto a sufrir otro brote. Sin embargo ese síntoma era nuevo.(conviene recordar la entrada de la Historia de Adrián y el virus de la empatíaCuando recobró la consciencia se dirigió enseguida al espejo para descubrir esta vez qué aspecto tenía.
Había otra novedad. Siempre creyó que serían mujeres las personas en las que se transformaría  cada vez que padeciera un episodio empático,  pero esta última vez no fue así. El virus o lo que demonios fuese, ese parásito de la empatía, le había regalado esta vez el aspecto de un chico joven. Calculaba a ojo que podía tener unos dieciséis años. Era muy bello, una realidad algo más que evidente. En principio se gustó, le pareció  bien ser muy guapo. Cuando se quitó el pijama que tan grande le quedaba observó un cuerpo normal, ni muy delgado ni gordo. Tenía las proporciones perfectas para los cánones actuales.
Sintió en principio una sensación de que esta vez lo iba a pasar mejor que otras veces. Encontró en el armario un pantalón ajustado que el Adrián  habitual ya no se podía poner. Desde que vino del Congo  le daba a la cerveza últimamente más de lo aconsejable.
Salió a la calle. Tardó varias horas en darse cuenta de que algo raro pasaba. Cinco mujeres venían ocupando toda la acera y conversaban en un tono muy alto sobre algo  ocurrido el día anterior con la reina. Lo habían mostrado por  la televisión. Dos de ellas le miraron con una expresión burlona de superioridad, y otra que parecía la lider del grupo se paró y le espetó sin mediar palabra: Con esa cara bonita y con la polla que se te insinúa te llenaría de regalos si me dieras tu semen.

Varias le rieron la gracia, y la cuarta, que parecía la más joven dijo: “¡Venga vamos a dejarle en paz, no le molestemos! “También es cierto que ayudó a disolver la escena  la presencia en ese momento de una pareja de dos mujeres guardias municipales  que vigilaban desde la acera contraria.


Le entró miedo y se metió en un bar. El camarero le sonrió y le sirvió un refresco. La barra estaba llena de mujeres de todas las edades, y algunas también le miraron como las anteriores de la calle. En la televisión, las noticias explicaban un caso de un juicio. Al parecer iban a meter en la cárcel a un joven con aspecto muy delgado que su delito consistía en traficar ilegalmente con semen. No entendía nada. Eso sí, se dio cuenta de que en el juicio todas eran mujeres salvo el reo. Estaba la jueza, las abogadas, mujeres de la fiscalía y medio cuerpo de procuradores, así como las policías de la puerta.

Leyó el periódico con la mosca detrás de la oreja. Más de un 80 por ciento de las fotos estaban llenas de mujeres. Y los pocos hombres que salían eran en asuntos menores, o relacionados con temas de publicidad. En la sección de deportes había un concurso de hombres levantando piedras, haciendo trabajos rudos o de fuerza. En la sección de economía y política tanto las fotos como los titulares o las protagonistas parecían casi todas mujeres, el  90 por ciento eran mandatarias, o jefas de Estado, parlamentarias, etc .
A dos páginas como noticia principal publicaban una lista de femócratas del mundo en función de los millones de dólares que poseían sus activos matrimoniales. (Activos de la cabeza de la  familia, tanto los activos monetarios  como otros intangibles tales como el personal de servicio, habitualmente extranjero). Ahí solía encontrarse  el marido o semental principal, y dependiendo de la categoría podía haber un pequeño séquito: mayordomo, jardinero, entrenador personal, secretario-coach, o amiguitos más jóvenes. Le extrañó poderosamente la atención que al lado, en una columna central aparecía el número de hijos o hijas. La mujer más rica del mundo era una mujer empresaria que tenía una hijada de trece.  Así  era la manera en la que se llamaba a la prole, sin explicar si eran niños o niñas.
Su éxito había consistido en inventar unas prótesis que eran vaginas dentadas. Había conseguido que la compraran casi todas las mujeres del mundo. Gracias a ese invento hacía mucho que ninguna mujer había sido violada por un hombre. Las violaciones o los abusos sexuales eran un vestigio del pasado. Cuando alguna vez ocurría, los dientes afilados capaban el miembro del extraño con un corte limpio. En muchos países había leyes para que esos hombres murieran desangrados  y permitir eso traía buena suerte. En la mayoría de los hospitales tenían prohibida la entrada. Cuando a un hombre le pasaba eso y una médica se compadecía y  lo sanaba, podía muy fácilmente ser  denunciada y acabar en la cárcel. Había una idea muy extendida. Decían que la tradición de la Diosa Madre Tierra, única religión de la unidad que se practicaba en los últimos siglos  volvía estériles a las médicas, o enfermeras que ayudaban a un hombre de esos.

Casi todas las  cirujanas eran mujeres. La mejor del mundo fue contratada por otra mujer muy rica de la tierra para que las niñas, tras unas sesiones de terapia génica, crecieran con su vagina dentada ya adaptada  a su cuerpo y que aumentaba con su crecimiento, así se socializaban con ello incorporado. De esta forma podrían tener las relaciones sexuales que quisieran y como quisieran teniendo el control de verdad. Algunas abusaban de ello, y amenazaban con mordiscos o los daban después de algunas broncas. Ellos al ser muy simples se dejaban engañar. Ellas suelen pedirles perdón cuando se arrepienten y las perdonan, pero vuelve a ocurrir y cada vez con más fuerza.

Algunas mujeres consumían aceleradores de la fecundidad, unas drogas muy potentes y muy adictivas. La mujer biotecnóloga que las tenía patentadas también estaba en la lista, o la propietaria de la empresa farmaceútica que fabricaba oxitocina en pastillas o inhalaciones. Muchas mujeres estaban enganchadas, tenían una fuerte adicción a esas oxitocinas de quinta generación y se había generado un tráfico clandestino.

Hay que decir que muchas mujeres pensaban que la sexualidad auténtica era otra cosa, pues resultaba muy incómodo hacerlo con esa prótesis  y la intimidad o los afectos habían cambiado desde que las relaciones de género eran tan desiguales.

Muchísimas mujeres pensaron que el invento de un útero artificial desde el día cero de embarazo se pondría de moda. Sin embargo los cambios sociales no siempre son predecibles  y había ocurrido lo contrario. La anterior burbuja bursátil estalló con ese invento. Las acciones de todas las empresas relacionadas con la maternidad y los cuidados se multiplicaron 50.000 veces y produjeron una burbuja tecnológica nunca vista. Eso era por pensar con ideas viejas del patriarcado androcéntrico del pasado. En realidad lo que había ocurrido era que gestar la propia hijada acabó siendo lo que más se valoraba socialmente. Una vez que se pasó la moda, a nadie le interesó gestar a su hijada en una máquina. Las supermadres del nuevo matriarcado, la variante peor y más desigual de este paraiso hembrista, eran poderosas y necesitaban estar rodeadas de criaturas. El trabajo sucio lo realizaban en silencio criados informáticos que mantenían, diseñaban y reparaban los robots correspondientes.

Todo eso se lo explicó el camarero mientras Adrián leía el periódico holográfico. Se acercó porque lo vio muy desorientado, en estado de  estupor y quiso saber si le ocurría algo. Aquello terminó en una conversación de cuatro horas.


El camarero le explicó  que en este mundo si eres hombre,  te salvas si tienes una polla muy grande y unos testículos muy activos. Todos los chicos están muy obsesionados con eso. Es una esclavitud. En realidad ellos no valen nada sino solo por su semen. Hay una industria de las proteínas para producir cuanto más semen mejor y tener un tamaño grande de pene. Hay peleas por los gimnasios donde te ayudan a tener la tableta que así la llaman a unos abdominales muy marcados, como si fueran esas escuelas de gladiadores de la época romana. Hay muchas mujeres a las que les gustan los hombres con mucho pelo y por eso multitud de ellos se lo implantan por todo el cuerpo. Los más activos son los strippers reales, con categoría de funcionarios de la Reina. Algunos son muy poderosos, les llaman “dominadores con cojones”.

-Mira Adrián- insiste su recién amigo camarero- lo más importante es que los hombres no pueden poseer el dinero, ni ser dueños de las tierras o las viviendas. ¿A ti te parece justo? Solo son merecedoras del dinero las mujeres. Los trabajos intelectuales están copados por ellas. Todo el mundo sabe que son mucho más inteligentes que los hombres, y por eso los niños pequeños, desde muy pequeños se les apunta a gimnasios y se les enseña solo a desarrollar la fuerza y a ser buenos sementales. Los hombres  pueden realizar trabajos poco cualificados y de carga y cuando se vuelven burricos se les doma facilmente. Todos los trabajos de mantenimiento, reparación y limpieza de la casa les corresponde a ellos. No tienen ninguna capacidad de compra, tienen que pedir permiso a una mujer, que es la que insistentemente está corrigiéndoles. En la mayoría de los casos es su madre o  su esposa. La injusticia reside en que los hombres no podemos en la práctica obtener la ciudadanía, es como si fuéramos eternos menores de edad. Algunos aprenden con su maestra si tienen suerte. Otras veces es gracias a  la maestra de una hermana. Por eso el 70 por ciento de pobres o analfabetos son hombres. El espacio intelectual lo ocupan ellas, aparte del espacio público y la política o el poder.

Por tanto, hay muchos países donde los niños no van a la escuela, solo van las niñas. Es para aprovechar  el dinero, por eficiencia económica ya que el educar a los niños es un desperdicio porque son muy brutos  desde muy pequeños.

La ideología hembrista afirma que a nivel emocional los hombres  están muy por debajo en la escala evolutiva. De hecho otra de las mujeres más ricas de la lista es una científica y filósofa de la “inteligencia emocional y el cerebro de las mujeres” que tiene varios premios Women, que  son los sustitutos de unos tal nobel que había hace cinco siglos. Ni que decir tiene que el jurado del premio son todas mujeres lógicamente. Seguramente ellos no pueden acceder, no saben o no quieren, no está muy claro la razón porque en teoría no está prohibido. Los hombres están preparados para aprender cualquier cosa.

-Por eso, Adrián- siguió contándole- si quieres ser alguien en este mundo tienes que tener útero y un par de ovarios bien puestos. No importa que la mitad de la población seamos hombres. Muchos intentan ir vestidos de mujer y disimulan su miembro entre las piernas e intentan comportarse como se supone que se comportan ellas.
Y no vayas a un banco, porque nunca te van a dar un crédito. Solo lo logras si eres de los dominadores con cojones. Algunos hombres han conseguido estudiar o tener buenos empleos, sobre todo los hijos varones de mujeres con poder. Muchos de ellos dicen que la Igualdad ya se ha conseguido, pero como ves es falso, yo pienso que es para tener menos competencia o para que no se tomen represalias contra ellos.

-¡No sé dónde vamos a ir a parar!- seguía su perorata mientras nuestro amigo seguía callado- ¿Adrián, eres homosexual?  Porque si eres homosexual serás doblemente discriminado. Hay unas jovencitas caprichosas millonarias que después de ir de compras y gastarse todo el dinero que quieren, para divertirse van en grupo con unos dildos de acero para violar a chicos menores, homosexuales o no, y salen impunes.

No todo es negativo. Hay  muchas mujeres que a menudo  nos buscan y nos desean y tratan bien, pero hay un partido político de mujeres que  han propuesto un proyecto de ley para obligarnos a fecundarlas a la fuerza. Y un puñado de lesbianas femócratas que tienen un grupo de presión en el Parlamento pretende que el semen de todos los hombres sea  propiedad del Estado. Esas ni siquiera nos buscan o necesitan, son las peores.

En la mayor parte del mundo los hombres no pueden entrar en el ejército, ni acceder al uso de armas. Se celebra el 16 de febrero como homenaje a la era de las guerras masculinas, una etapa de la prehistoria donde los conflictos de recursos o territorios estaban en manos de los varones.  La tecnología de las armas ha cambiado y la autoridad se ha conseguido ejercer  por medio de telepatía química, por lo que estamos en otra era. Llamamos  la cuarta revolución industrial a la llegada masiva de las computadoras cuánticas inventadas por otras mujeres hoy también millonarias.

-No te quiero asustar- siguió diciendo el camarero- piensa también que muchas, muchísimas mujeres no están de acuerdo con el sistema. Son las feministas de toda la vida. Algunas incluso se agrupan para buscar una igualdad efectiva y real  entre mujeres y hombres, las igualitarias, que trabajan junto a numerosos hombres que venimos reclamando eso hace tiempo. Mi jefa, por poner un ejemplo, es una buena mujer y confía mucho en mí. Y no solo ella, mi padre trabajaba con un camión, tuvo un accidente y siguió viviendo en casa. Mi madre dice que todo lo suyo también es como si fuera de toda la familia.
Todo esto le dijo  el camarero a nuestro amigo con una expresión entusiasta. ¡Cuánto agradecía haber conocido a Adrián. Se despidieron con un beso y lágrimas en los ojos.

Volvió Adrián a su casa más agotado que nunca. Otras veces había bastado con comprender una situación individual de otra persona. En cierta forma tras varios brotes había empezado a comprender un poco mejor a las mujeres aprendiendo un poco de cada caso. Pero con esto no contaba. Era como si él estuviera bien, pero fuese el sistema quién se hubiera vuelto loco, o hubiera experimentado una empatía colectiva de muchas mujeres distintas a la vez. Muchas veces ponerlo todo patas arriba no resuelve nada. Si das un giro de 360º te quedas igual, has de girar como máximo hasta 180º. Al final ganan los mismos y pierden los mismos. Esta vez estaba tan agotado que se desmayó en medio de la calle, en medio del espacio público. Simplemente otra cosa más que había que solucionar…

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